De manera general, consiste en gestionar sustentablemente, la mercancía recuperada o que fue devuelta al fabricante. Esto quiere decir que los productos serán desechados, reciclados o reutilizados sin afectar al medio ambiente ni la productividad de la empresa.
La logística verde procura que las actividades logísticas tiendan a un uso eficaz de los recursos. En este sentido, el objetivo es que se adapten a una economía sustentable.
La logística verde es valorada especialmente por las empresas socialmente responsables, que han hecho de la sustentabilidad su valor agregado, con el objetivo de migrar a una especie de economía circular en la que los recursos se puedan utilizar una y otra vez con el menor impacto posible.
Por ello, algunas compañías han comenzado monitoreando sus emisiones y otras estableciendo alianzas comerciales con proveedores 3PL para disminuir los impactos ambientales.
Retos de la logística verde
Implementar este tipo de logística dentro de la empresa requiere la transformación integral de sus estructuras, procesos, tecnología y vínculos que simplifiquen y optimicen el uso de recursos, como el transporte y los embalajes.
No hay secretos para lograrlo. Una de las claves reside en mejorar el proceso logístico, implementando medidas como optimización de rutas que consuman una menor cantidad de combustible, eliminación de interrupciones intermediarias, uso intensivo del cross-docking y reducción de las esperas en destino.
Otras de las claves son la incorporación de vehículos de carga menos contaminantes; y la irrupción de nuevas tecnologías, tales como vehículos híbridos, cuya adopción serpa más popular en el siglo XXI. Otras acciones van encaminadas hacia el uso de energías renovables, instalando por ejemplo paneles solares. También, el uso de materiales biodegradables para empaquetar productos ha tomado énfasis.
¿Qué beneficios le aporta a una empresa?
Volverse “verde” supone una ventaja competitiva y un mejor posicionamiento en el mercado gracias a la percepción positiva por parte de sus clientes. Integrar un balance entre las eficiencias económica y medioambientales supone ventajas como:
· Mejoramiento de la imagen corporativa
· Enriquecimiento el valor de la marca
· Optimización de recursos
· Disminución del impacto ambiental
Es importante no confundir la logística verde con la inversa. Si bien en ésta última el proceso consiste en transportar los productos del consumidor hacia el fabricante para optimizar el valor económico de la mercancía; en la logística el concepto es más amplio, a que busca la optimización de recursos tanto en la distribución como en el retorno de la mercancía.
Ha llegado el momento de evolucionar y de incorporar temas ambientales en las tareas logísticas. Ha llegado el momento de hablar de logística verde.
