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La habilitación fiscal es la extensión de nuestra capacidad de almacenar guardar y custodiar los productos de importación como Almacén General de Depósito en nuestras propias instalaciones. Para esto se requiere una autorización previa por parte de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, así como de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público bajo la supervisión de la Administración General de Aduana para garantizar la seguridad tanto de tus pertenencias como la de los demás.
Una de las ventajas de contar con una bodega con régimen fiscal es que no solo se le podrá dar un mejor uso a esta, sino que se podrá ofrecer dicho servicio a distintas compañías y puede representar una importante fuente de ingresos.
El habilitar una bodega como depósito fiscal es un procedimiento que si bien puede ser un tanto largo esto se compensa con el uso que se le puede dar.
Convertir una bodega en un depósito fiscal sirve para que cierta mercancía pueda entrar o salir del país, la cual debe estar asignada a un régimen aduanero.
Debido a que los depósitos fiscales están obligados a implementar y certificar un sistema de gestión bajo ciertas normas es mucho más fácil poner a disposición para renta.
Hay una serie de pasos que se debe de seguir para poder hacer una habilitación fiscal.
Uno de los primeros pasos que se deben de seguir al estar habilitando una bodega con régimen fiscal se debe de contar con una previa autorización de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, así como de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público bajo la supervisión de la Administración General de Aduana por parte del área de la Administración de Auditoría Fiscal Federal, conforme a la ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares del Crédito.
Es sumamente importante determinar la capacidad de las bodegas y el espacio total con el que se cuenta, incluidos patios, corrales, tanques, silos, etc. De esto no solo dependerá los servicios que se van a ofrecer dentro de dichos depósitos fiscales sino de los impuestos que se pagarán al final.
Una de las ventajas que se adquieren al haber habilitado una bodega de manera fiscal es que se podrán utilizar adicionalmente para la exposición y ventas de mercancías extranjeras en puertos aéreos internacionales, fronterizos y marítimos de altura, comúnmente conocidos como Duty free.
Una vez que se han cumplido estos requerimientos para habilitar el almacén o deposito fiscal el Almacén General del Depósito (AGD) se encarga de supervisar el control, calidad, conservación, seguridad y manejo de las mercancías, a través de un especialista en AGD junto con el propio personal de la empresa.
Parte del valor añadido que te da la habilitación Fiscal es que al Utilizar los servicios de una bodega fiscal algunas cuentan con certificación por parte del SAT, tal es es el caso de ALGEBASA.
ALGEBASA ofrece entre almacenaje nacional bajo el régimen de depósito fiscal, en las modalidades dedicado y multicliente, así como servicios logísticos.
En ALGEBASA encuentras las soluciones de almacenaje fiscal necesarias, además de incrementar la productividad de tu equipo, optimizar las cadena de suministro y obtener ventajas competitivas.
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